21.7.09

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Notaba un nauseabundo hedor de cloaca justo antes de que llegases.
El perro del vecino mordisqueó de forma estridente un muñeco de goma.
El muñeco eras tú,
te oí llegar.

Esperando que llegaras jugué conmigo mismo a juegos de palabras,
demasiada ventaja para mí
no seré nunca parcial (menos aún si salgo perjudicado).

Y, por si no llegabas nunca,
comencé a plantearme su debía esperarte más tiempo.
O llegabas enseguida
o no podría seguir aguantando aquel pútrido olor.

LLEGASTE justo en el momento en que mis piernas retomaban el camino a casa,
un vistazo desesperado volviendo la cara atrás
(como ocurre siempre siempre siempre y siempre sin éxito)
me hizo creer que te acercabas apresurada.
No es.
Sí es.
Creo que sí es.
Es.

Es es es bien es es llegó.

Empezaron entonces a limpiarse solas las alcantarillas,
rezumando perfume que alumbraba las calles.

17.7.09

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Me quedé atrás
como los viejos que oyen hablar de cibernética
y mueven despacito la cabeza
pensando en que ya va a ser la hora de la sopa de fideos...

16.7.09

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Si escucho "terminar" pienso en un árbol cayendo,
un árbol con todas sus raíces carcomidas por las termitas.

Éstas no son como hormigas
y mira que yo siempre las vi como hormigas.
Las pensé, las imaginé,
si las hubiese visto habría sabido que no eran como hormigas,
las pensé e imaginé como hormigas.

Pero son peores,
son peores las termitas.

14.7.09

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Si la gente le mira se aferra a su miedo.

Debajo, cielo
(atónitos ojos
también,
sirenas).

Un paso al frente y flotará.

Y la gente le mira,
se suelta del pánico que le ahoga,
se extirpa los ojos,
no quiere ver nada,
no quiere ser nada,
se muere.

13.7.09

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Hextrañado,
me hacostumbro a horganizarme
porque hintento hestructurar mis hideas
y hencuentro un hitinerario tan hengorroso
que me es himposible hextraer halgo de hutilidad.

¿Cómo habrir el harca
donde halmacenas tus hanhelos
para halcanzar todo haquello que himploras
y que húnicamente yo puedo hentregarte?

11.7.09

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O el loco
que cobija
su paloma
en la mano,

acariciándola
hora a hora,

hasta mezclar los dedos y las plumas en una sola miga de ternura.


x.RAYUELA.x

10.7.09

Cuando el dolor de muelas es tan punzante que llega al cerebro
me da por cepillármelas con toda la fuerza con la que soy capaz.

Mi sangre cae al lavabo
y, mezclándose con saliva y espuma de pasta dentífrica,
dibuja curiosas formas
a las que no presto la menor atención,
bastante tengo con aguantar de pie ese insufrible dolor.

9.7.09

Una palabra tuya bastará para sanarme.


No prometo nada, todo dependerá de la palabra que uses.

Si dices "mierda" no sanas nada,
si dices "quimioterapia" tampoco.

Por mucho que grites "amor" o "amistad", de ésta no salgo.

Ven a nombrarme santos o bíblicos personajes y me mearé de risa en tu cara.

¿Dónde está Dios?
¿Cuándo aparecerá el hipócrita para dar lo que promete?

Y se vuelve osada la ignorancia, que reza al pie de la cama.